“Conocer las cosas no es serlas, ni serlas conocerlas”
José Ortega y Gasset
Son muchas las cosas que le debemos a Ortega y Gasset, ese exponente del perspectismo, la razón vital y el novencentismo. Su trasegar vital, Madrid 1883-1955, nos dejó obras y acciones de inteligencia.
En general, son muchas las cosas que les debemos a los españoles de esa Generación de hombres y masa, de esa generación de dictadura y república, de brutalidad e inteligencia.
Quiero rescatar, de las hojas de mis cuadernos, el epígrafe que ofrezco a mis lectores, como aporte sobre un problema vital para los jóvenes que llenos de ilusiones y perspectivas asisten complacidos al salón de clases.
Sobre el distanciamiento
Ortega afirma que para ver algo, para conocer algo, es preciso un cierto alejamiento. Así la cosa se convierte de “realidad vivida”, en “objeto de conocimiento”.
Podría originarse, así, una tesis muy interesante respecto del conocimiento del objeto. Sería la Teoría del distanciamiento como condición de la conciencia, opuesta al pragmatismo que reduce el conocimiento a la práctica de lo bueno y de lo útil, como esencia de la misma conciencia.
Conocer la cosa no es serla
Dice Ortega: “Conocer la cosa no es serla” y con esto se desploma mucha crítica infundada como aquella que dice:
¡Qué va a saber de la guerra si nunca ha estado en ella…!
¡Qué va a saber del matrimonio si nunca ha estado casado…!
¡Qué va a saber de la muerte si…!
Ni serla es conocerla
Ortega y Gasset sigue siendo preciso: “… ni serla es conocerla”.
El ejemplo de Ortega es contundente:
“¿Será que el zoólogo, para estudiar el avestruz, tiene que volverse avestruz?”
[…] las ideas!El poeta, el escritor debe estar preparado para el momento en que las ideas, esos pensamientos que mueven a los hombres, brotan como luciérnagas en la noche de los grillos.El poeta debe tener […]