Autonomía universitaria, sus antecedentes e ideario es un tema que cumplió, en 2018, sus primeros cien años. Aunque se gesta con anterioridad, el movimiento de reforma universitaria se hace coherente y unido en sus principios a partir del denominado Grito de Córdoba y su manifiesto Liminar, en 1918.
Para comprender este importante proceso se requiere indagar sobre sus antecedentes históricos e ideológicos. Es decir, sobre obras y autores, dirigentes y activistas que hicieron posible este evento histórico para la universidad, en Hispanoamérica y en el mundo. Veamos:
Nuestra América y José Martí
Es José Martí, el Apóstol de Cuba, quien a finales del siglo XIX, en 1892, tuvo los ideales de la autonomía universitaria. Fue en su gran ensayo, Nuestra América, donde expuso tesis sencillas, pero válidas, para la práctica posterior de la autonomía universitaria, “la universidad europea ha de ceder a la universidad americana”, -dijo.
También afirmó que “Resolver el problema después de conocer sus elementos, es más fácil que resolver el problema sin conocerlos”.
Proclamando la universalidad, Martí, en ese clásico texto reclama:
“Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea”. Así, se gestan principios básicos de lo que posteriormente sería el movimiento de reforma universitaria.
Ariel y José Enrique Rodó
En 1900, el uruguayo José Enrique Rodó publicó su ensayo Ariel. Este documento estaba dirigido a la juventud para advertirla del utilitarismo y del pragmatismo impulsado desde el norte y en ciernes.
Basándose en los personajes de La Tempestad, de William Shakespeare, Próspero, Ariel y Calibán, Rodó representa la sabiduría en el maestro Próspero, las ideas renovadoras en Ariel y el pragmatismo en Calibán.
Coinciden Rodó y Martí en pensar que los Estados en América Latina tienen que estructurarse a partir de las condiciones históricas de la misma América y no desde afuera. Que heredar de manera acrítica los vicios del sistema de tradición aristocrática de Europa conlleva a vicios de poder que perjudican al pueblo.
Ariel, con un contenido profundamente teórico y un estilo didáctico, presenta sus personajes con un significado práctico.
Empecemos por Ariel, personaje simbólico en la obra de Shakespeare, representa la parte noble, “alada”, del pensamiento. Representa el gobierno de la razón y del sentimiento sobre los bajos estímulos y las perversidades. Es el entusiasmo, el ideal alto y del futuro, es la acción. Combina la gracia con la inteligencia, la cultura con la vivacidad. Es el contrario dialectico de Calibán, símbolo la sensualidad y la torpeza pero, sobre todo, del utilitarismo vulgar y pernicioso.
Por su parte, Próspero, representa a voz literaria, es el maestro, el erudito y sabio que puede acercarse a la vida de Ariel.
Maestros de la juventud
El movimiento de reforma universitaria y, lógicamente, de autonomía tiene una serie de ideólogos en nuestra América sin los cuales no hubiese podido avanzar con todos los resultados, hasta la fecha.
Estos fueron verdaderos maestros de la juventud. Entre ellos tenemos a José Ingenieros, Aníbal Ponce, Alfredo Palacios, en Argentina; Miguel de Unamuno, en España; José Vasconcelos, en México; Manuel González Prada y el amauta José Carlos Mariátegui, en el Perú.
¿Será posible entender la autonomía universitaria, dentro del proceso de reforma, sin la participación de estas personalidades, de estos maestros?
No. Cada uno de ellos es una especie de Próspero. Una especie particular de educador que ve en la Universidad horizontes dibujados por la ciencia y el reconocimiento de la función que cumple en ella el hombre como individuo y persona.
Dirigentes y activistas
Asimismo, el activismo reformista, hacia la autonomía universitaria se gesta en toda América con importantes personalidades. Nombraré las más destacadas:
En Argentina Ernesto Sábato, en Bolivia Jaime Mendoza y en Brasil Josué de Castro y Darcy Ribeiro; en Chile Pablo Neruda y Salvador Allende; en Colombia Germán Arciniegas; en Cuba Julio Antonio Mella; Luis Jiménez de Asúa en España; en Guatemala Miguel Ángel Asturias; en México Alfonso Reyes; Perú nos muestra a Víctor Raúl Haya de la Torre, a José Carlos Mariátegui y a Luis Alberto Sánchez.
Conocer sobre autonomía universitaria es entrar al rico bosque cultural de América intelectual y turbulenta de comienzos del siglo pasado. Es indagar en la obra de todos estos intelectuales que nos legaron su pensamiento. Somos sus herederos.