Este artículo presenta la tesis relativa a que la teoría del distanciamiento debe ser utilizada en la práctica científica. El distanciamiento en la ciencia se debe considerar como un tema de la filosofía de la ciencia.
“Conocer las cosas no es serlas, ni serlas conocerlas”
José Ortega y Gasset
Son muchas las cosas que le debemos a Ortega y Gasset, ese exponente del perspectismo, la razón vital y el novencentismo. Su trasegar vital, Madrid 1883-1955, nos dejó obras y acciones de inteligencia.
En general, son muchas las cosas que les debemos a los españoles de esa Generación de hombres y masa, de esa generación de dictadura y república, de brutalidad e inteligencia.
Quiero rescatar, de las hojas de mis cuadernos, este bello epígrafe que encabeza este artículo, como aporte a un problema vital para los jóvenes que, llenos de ilusiones y perspectivas, asisten complacidos al salón de clases, al laboratorio, a formarse como investigadores, como hombres de ciencia.
Entre líneas, Ortega afirma que para saber de algo, para conocer algo, es preciso un cierto alejamiento, un cierto distanciamiento. “Conocer la cosa no es serla…”.
Efectivamente, el Sujeto de Investigación al conocer su Objeto de Investigación, a través de su Problema de Investigación, no se identifica, fusiona, asemeja a él. Por el contrario, debe distanciarse de tal forma que la cosa se convierta de “realidad vivida”, en “objeto de conocimiento”.
La Teoría del distanciamiento
Podría identificarse, así, una tesis muy interesante respecto del conocimiento del objeto. Sería la Teoría del Distanciamiento en la Ciencia, como condición de la conciencia, opuesta al pragmatismo que reduce el conocimiento a la práctica de lo bueno y de lo útil, como esencia de la misma conciencia.
Es Bertolt Brecht, poeta, dramaturgo y director teatral alemán, nacido el 10 de febrero de 1898 en Augsburgo (Baviera) y muerto el 14 de agosto de 1956 en Berlín, quien propuso la tesis del Distanciamiento en la representación teatral y en el arte
La Teoría del Distanciamiento, en Bertolt Brecht, consiste en producir por medio de apartes y máscaras, la ruptura de los procesos de identificación que se originan en los espectadores con los personajes a través de procesos emocionales. Al generar un distanciamiento, se permite que el espectador reciba el mensaje, que piense, que razone y que interrogue de tal manera que no pueda ser manipulado.
Esta separación entre el espectador y el personaje, le permite el apartamiento necesario, el alejamiento y una cierta disyunción necesaria para pensar. Más precisamente para preguntar.
Así, para Brecht, la obra teatral se hace para permitir que le espectador piense, razone, genere ideas. Lo contrario puede llevar al espectador a la enajenación, identificándose con el personaje, en lugar de entrar en distancia con él.
Esta tesis, llevada al campo de las Actividades Científicas y Tecnológicas, le permite al investigador, al sujeto de Investigación, diferenciarse de su Objeto. Le permite pensarlo, razonarlo, interrogarlo y, ante todo, idearlo.
Dice Ortega: “Conocer la cosa no es serla” y con esto se desploma mucha crítica infundada como aquella que dice:
¡Qué va a saber de la guerra si nunca ha estado en ella…! ¡Qué va a saber del cáncer si nunca lo ha tenido…!
Ortega y Gasset sigue siendo preciso: “… ni serlas conocerlas”.
El ejemplo de Ortega es contundente: “¿Será que el zoólogo, para estudiar el avestruz, tiene que volverse avestruz?”.
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