En este artículo se muestra la importancia de la relación entre la docencia, la investigación y la autonomía universitaria.
Relacionar estos términos ya constituye un avance significativo en el proceso educativo ofrecido por el movimiento de autonomía universitaria. Esta relación es reciente y se incorpora con el movimiento de reforma universitaria de comienzos del siglo veinte.
Definición de docencia
Definiré docencia como una actividad científica y tecnológica cuyo objetivo es la formación, la capacitación, la instrucción y la actualización de personas en áreas específicas del conocimiento y del saber. Esta actividad se ejerce, generalmente, en el denominado sistema educativo pero, también, puede estar por fuera de ese sistema.
En el ejercicio de la docencia concurren diversos agentes. Identificar su esencia es una tarea prioritaria para el logro de una verdadera autonomía universitaria.
Cuatro categorías de agentes educativos concurren y transitan los pasillos universitarios. Ellos son el profesor, el docente, el catedrático y el maestro. Conocer su esencia, su definición es algo interesante para entender la función cumplida.
Profesor: el que declara
Es término más corriente que se anida en las aulas y pasillo de nuestros centros educativos. Profesor equivale a Profesor Oris, el que declara. Existen, por lo tanto, miles declarantes. Un número crecido de personas que, al ejercer su profesión de educador, declaran lo que saben. Pero ¿es esto suficiente, en el proceso educativo?, seguramente no.
Docente: el que enseña
Es término tan generalizado como el de profesor. Docente equivales a Docens Entis, el que enseña. Ser docente, en consecuencia, es ser capaz de enseñar lo que sabe. ¿Será que nuestra América requiere tanto enseñador?
Catedrático: el que dicta cátedra
Es un término utilizado con cierta aristocracia de saber. Se es catedrático universitario. Se “dicta cátedra en la universidad”. En este rango el educador adquiere, sin quererlo, la categoría de apagador de incendios, de imaginación, de ideas. Se sienta cátedra, no se emprenden caminos.
Maestro: el que dirige
El concepto de maestro, entendido como Magíster, es decir, como conductor, líder dirigente de procesos educativos, ha entrado en un proceso prematuro de desuso. El pragmatismo, el escepticismo, ha reducido, ha vuelto homeopático, tubular, poltrón, el término maestro.
Pero en la posibilidad de una educación integrada a la realidad de nuestro medio, es imprescindible adoptar la posibilidad de dirigente educativo, de líder, de pionero, es decir, de maestros, si queremos cumplir el papel histórico para el cual hemos sido llamados, como educadores. Es necesario recuperar el concepto de maestro. Redefinirlo. Hacerlo actual.