Es útil recordar que la palabra lengua es sinónimo de idioma. ¿Qué lengua hablas? Es igual a preguntar ¿en qué idioma te comunicas? Así que el concepto o definición de lengua es equivalente al de idioma.
Lenguaje y lengua
Las lenguas o idiomas de los humanos son productos culturales posibles, gracias al desarrollo del lenguaje, como facultad, como producto de la evolución de la especie.
En mi artículo Lenguaje, lengua y habla, he sostenido que el Lenguaje, la capacidad humana que involucra elementos físicos y fisiológicos, resultado de la conformación de órganos articulatorios y cognoscitivos, adaptados a una serie de funciones comunicativas e informativas de carácter social, es producto de la evolución.
Asimismo que, en el proceso evolutivo, el hombre obtuvo como resultado su aparato fonador actual. Cartílago, mucosas y aire se integran para producir la voz. La laringe, además de darnos la posibilidad de vida al permitir pasar el aire a los pulmones, nos ofrece la posibilidad de producir el sonido, cuando el aire de los pulmones la atraviesa.
Pero, además, es importante, esencial reconocer que las lenguas o idiomas son posibles gracias al desarrollo del conocimiento humano, especialmente, del nivel racional de conocimiento o sencillamente, pensamiento. El contenido de las lenguas o idiomas es conocimiento, más exactamente, pensamiento.
Unidos estos dos factores la comunicación humana a través de los idiomas, de las lenguas es una posibilidad vital, esencial, para denominarnos homo sapiens.
Lengua oral
La lengua oral se refiere a la modalidad de expresión del conocimiento a través de la voz, convertida en habla. El aparato fónico de los humanos permite la producción de sonidos articulados que toman sentido por medio de los llamados, por la Fonología, Rasgos distintivos.
Estas unidades se juntan en segmentos o fonemas que, a su vez, constituyen sílabas. Estas, las sílabas, se combinan y forman los grupos acentuales o conjunto de sílabas subordinadas a un acento principal que puede comprender una o más palabras.
Luego estos segmentos participan en la formación de unidades melódicas que constituyen fragmentos de la secuencia fónica a la que corresponde un contorno tonal o patrón entonativo.
Las principales funciones de los órganos de los sentidos que fundamentan el lenguaje oral son en su orden la escucha, la voz y la vista.
La lengua oral precede, históricamente, en el tiempo a la lengua escrita. Durante miles de años la humanidad vivió sin escritura. Su comunicación era solamente oral. Así que la conservación de su acervo cultural se restringió a la memoria individual y colectiva. Historias, creencias, leyes, costumbres, trabajo, vida cotidiana se trasmitía en forma oral, de generación en generación. Se desarrolla el mito, la leyenda, el cuento, la fábula eras los medios de transmisión de los saberes relevantes de las comunidades.
La lengua escrita
El desarrollo de los modos de producción, de las fuerzas productivas, de las relaciones de producción origina sociedades de mayor complejidad. Debemos reconocer que la memoria humana es limitada, frágil e incapaz de almacenar sistemas densos de información. Además, que la lengua oral exige una inmediatez y una presencia cercana. Así que ella requiere un avance, una mejora, una actualización. Nace así el gran invento de la lengua escrita.
La escritura es un sistema basado en los signos gráfico para comunicar los contenidos necesarios del pensamiento humano. Nace como un sistema de códigos mucho más avanzado y complejo que el de la lengua oral. Se fundamenta en la necesidad o ley de conservación de la información a través del tiempo.
El principal medio de la lengua escrita es la escritura. Esta al basarse en el denominado texto, permite la conservación en el tiempo y en el espacio de la información humana.
Es por ello, que este gran invento de la humanidad permite diferenciar cuándo nos encontramos en un periodo de la historia o en un periodo de la prehistoria. La escritura en los pueblos permite establecer si tal cultura se halla en la etapa de la prehistoria o ya ha entrado a lo que se denomina historia.
La escritura ideográfica
Es el primer gran tipo de lengua escrita. Este tipo de lengua escrita está basada en los denominados ideogramas. Estos signos representan en forma estilizada y esquemática los conceptos y las idea de que son portadoras las palabras o raíces léxicas.
La base de este sistema es la representación en forma directa del significado de los signos lingüísticos con independencia de su pronunciación y de su articulación en el habla.
Es grato recordar aquí que fue Jean-Francois Champolion, 1790-1832, el famosos investigador y estudiosos dedicado al trabajo de comprensión del legado escrito de los egipcios, quien logró establecer el concepto de lenguas ideográficas, basado precisamente en los descubrimientos de la llamada Piedra de Roseta.
La escritura silábica
En este tipo de escritura, cada signo gráfico representa una sílaba diferente de la cadena hablada. Las lenguas escritas silábicas son, históricamente, las primeras del sistema de escritura basadas en el componente fónico del lenguaje.
Este sistema está formado por el sonido o grupo de sonidos que se emite en cada golpe de voz y constituye una unidad sonora natural. El amárico de Etiopía actual y el idioma japonés utilizan este sistema.
La escritura alfabética
La unidad de base de este tipo de escritura es el denominado fonema, con los que se articula la lengua oral. En este sistema, los signos gráficos representan cada uno de los sonidos mínimos de articulación de la lengua hablada.
Este sistema constituye un importante avance respecto de las lenguas silábicas. Permite reducir al mínimo el número de signos gráficos diferentes y necesarios para transcribir cualquier secuencia fónica.
En la actualidad la gran mayoría de lenguas escritas está basada en este sistema alfabético.
Al hacer una historia de las lenguas escritas resulta interesante darse cuenta de que ellas corresponden a determinadas fases. La primera estaría conformada por las lenguas escritas ideográficas. La segunda por las lenguas silábicas y la tercera, que abarca la mayoría y las de mayor actualidad corresponden a lenguas de carácter alfabético.